jueves, 21 de marzo de 2013

El caso Daniel Solano

Natalia Morales y Joaquín Ramírez

Daniel es un joven trabajador rural que desapareció en noviembre de 2011 en Choele Choel, Río Negro. Él estaba organizando una huelga en Expofrut, la empresa que lo empleaba junto a muchos obreros más en condiciones de esclavitud. Justo un día antes de la huelga fue desaparecido. Esa noche se lo vio subiendo a golpes a una camioneta policial, a la salida del boliche Macuba, donde los dueños del lugar y la misma policía le hicieron una “cama”. Ese es el último rastro. Hasta el momento hay 33 policías procesados, 7 con prisión preventiva. La empresa, impune. Se encontraron evidencias que luego fueron desaparecidas por las fuerzas represivas. La jueza que estaba a cargo, Marisa Bosco, fue separada del caso por encubrimiento. Luego se supo que tenía acumuladas 98 denuncias de trabajadores por apremios policiales, incluyendo torturas y hasta uso de picanas eléctricas. El caso Solano es la punta del ovillo del gran entramado de la red de explotación agraria. Daniel era un trabajador golondrina de Tartagal, Salta. Allí lo reclutó (por un pago que resultó ser un engaño) una empresa contratista que hoy sigue funcionando pero con distinto nombre: Trabajo Argentino. Daniel terminó junto a otros compañeros en pequeñas casillas, hacinados y cobrando una miseria.

Esto pasa en la Argentina de los “derechos humanos”. El Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda, se entrevistó con el gobernador K Weretilneck y celebró el cambio de jefe de la policía como un avance en la democratización de la fuerza, intentando diferenciarse del anterior gobernador Soria.

Pero en Choele Choel nada cambió. Pablo, el tío de Daniel, los testigos y los activistas del pueblo que se solidarizan con el caso son acosados todo el tiempo por la policía. En febrero el documentalista Pablo Politis fue golpeado por policías y bandas armadas que le impidieron filmar las precarias condiciones en las que se trabaja en Expofrut. Fue salvado por los mismos obreros antes de ser subido a una camioneta. La policía cambió de nombre, pero es la misma. Antes a la empresa la custodiaba el grupo BORA (Brigada de Operaciones de Rescate) y hoy lo hace el COER (Cuerpo de Operaciones Especiales y Rescate). Lo cierto es que en Río Negro se mantiene la esclavitud de los trabajadores del campo, el acoso policial y la prepotencia patronal. Si hay policías procesados y detenidos es por el accionar de la Comisión de Solidaridad y Apoyo a Daniel Solano, que salieron a la calle, marcharon e hicieron festivales para denunciar a la empresa, a la contratista, a la policía y al poder judicial.

Así viven miles de trabajadores golondrinas en “provincias ricas” como Río Negro, Mendoza o Córdoba. El gobierno nacional cambió al RENATRE, órgano de control manejado por el “Momo” Venegas de la UATRE, por el RENATEA, un organismo propio presidido por Guillermo Martini, el mismo que como Subsecretario de Agricultura Familiar mantuvo a más de 1.500 trabajadores en negro en su repartición. El RENATEA cada tanto hace una inspección a alguna finca, anunciándola con bombos y platillos por Página/12 o 678, pero no hace nada por los miles de superexplotados y víctimas de trata con fines laborales. En diez años de gestión K los obreros siguen viviendo y muriendo en estas condiciones.


A 37 años del golpe que instaló la sangrienta dictadura el nombre de Daniel Solano resuena entre los desaparecidos en “democracia”. ¡Juicio y castigo a todos los responsables!

martes, 19 de marzo de 2013

Los Toldos y el norte salteño en imágenes. Tercera entrega

Mirá más fotos en ENFOQUE ROJO http://www.facebook.com/media/set/?set=a.480507045332111.1073741833.447915911924558&type=1
Canto El Monte


transporte habitual de personas


agarrados para no caer de la camioneta
cerro Ucumar. Lipeo: casa familia Figroa

mujer con su caballo por calle principal

fútbol en Los Toldos

viernes, 8 de marzo de 2013

A propósito del 8 de marzo Día de la mujer trabajadora: Milagros y Clemencia


por Natalia Morales y Joaquín Ramírez

Maria Milagros Patrón Costas es una apasionada de los caballos. Así participa año tras año de los concursos de caballos peruanos y mestizos. Rubia, de ojos azules, de jóven fue una flamante reina de los estudiantes en su colegio católico. Rubia en tierras de pieles morenas. Presidió dos veces consecutivas la Sociedad Rural de Salta, la primera mujer que lo hace. Lleva con honor el apellido de su clase social: Patrón Costas. María Milagros fue candidata del kirchnerismo y es diputada provincial en la Salta de Urtubey. Reivindica ante todo la tradición. Su tradición. La de explotadores de los pueblos originarios del norte argentino. Con toda la hipocresía que caracteriza a su clase nos dice “la mujer representa la lucha por la libertad, el amor, la esperanza y la transmisión de valores que recomponen a la familia y a la sociedad en general”. Esta mujer es la que lucha por la libertad de los patrones de adueñarse de campos ajenos, de superexplotar sin ninguna contemplación a los trabajadores norteños. Esa es su transmisión de valores. Los valores de los Patrón Costas son los de asesinos de miles de obreros originarios que trabajaron en condiciones insalubres haciendo prematuras sus muertes y las de sus familias en el Ingenio San Martín del Tabacal. El único hijo de Milagros es empresario ganadero. Ella barniza su ideología oligarca con un cinismo sin límites: escribe poemas sobre los desaparecidos.

Clemencia, en cambio, es una mujer trabajadora de Lipeo, también en Salta. Morena y con sus años bien marcados. En su tierra no hay agua potable ni energía eléctrica. “Como no había agua ni en el centro de salud ni en la escuela tiramos una manguera desde la vertiente pero es peligrosa vienen bichos en el agua y cuando llueve aumenta la suciedad, cuando se pone turbia hay que esperar”. Señala a los responsables, “hace muchos años que hay proyectos pero ninguno se hace, pasan los gobiernos y ninguno se ocupa, por eso nosotros reclamamos y queremos hacer marchas”. Luchan por los servicios desde el “Club de madres”. “Ahí empezamos todas las discusiones, las mujeres. Después lo discutimos en las reuniones de la comunidad, pero el lugar donde empiezan es el ‘Club de madres’. También hay clubes en los otros pueblos cercanos”. Clemencia trabaja desde los 12 años, calcula. De sol a sol. Hoy es madre de 10 hijos y lucha por ellos, varios hoy trabajando campos mendocinos desde que eran niños. Los más jóvenes trabajan durante las vacaciones en las fincas y vuelven para las clases contando los días justos de faltas permitidas. No hay certificados para los trabajadores del campo, todos en negro. Ella no participa de paquetes concursos de caballos. Sus animales pastan esquivando el ataque de las víboras. En sus tiempos de niña la vajilla era cosa de gente con plata “no había tasas, tomábamos en calabacines que cultivábamos”.

El pasado une a estas dos mujeres. Ambas tienen que ver con el Ingenio San Martín del Tabacal. Por el lado de Clemencia, el abuelo, el padre, el suegro y así, fueron trabajadores del azucar. El bisabuelo de Milagros, Robustiano Patrón Costas era el dueño del ingenio. Los parientes de Clemencia tenían que trabajar para Don Robustiano obligados porque este era el supuesto dueño de las tierras que habitaban estos curtidos trabajadores norteños. Robustiano les cobraba alquiler por vivir en “sus tierras”. Sin plata y por la fuerza solo les quedaba trabajar en el Ingenio, pagando con el trabajo de sus manos, forzando sus espaldas. Este es el pasado que une a estas mujeres, en un mismo camino. En la veredas opuestas. Mientras la familia Patrón Costas vivía del trabajo de estos obreros que los transformaban en una de las familias más ricas del norte, la familia de Clemencia sobrevivía a la esclavitud impuesta por estas familias adineradas. Sus organizaciones no pueden ser más opuestas. Una, la terrateniente Sociedad Rural. La otra se organiza con los pueblos originarios. Sus hijos militan contra las empresas que, apoyados en la represión policial, avanzan en el desmonte extendiendo la frontera agraria, expulsando pobladores. Milagros promueve junto a sus parientes empresarios la reducción de las áreas protegidas y promueve el monocultivo de la soja. Clemencia resiste en Lipeo. Milagros dispone de las clínicas más caras de Salta. Clemencia cuenta con un solo enfermero para todo Lipeo, que no trabaja los fines de semana. Prohibido enfermarse el fin de semana en este paraje. Ni hablar de ser picado por una víbora. Milagros cuenta con autos de alta gama. Clemencia tiene un puente peatonal en mal estado por donde acarrean la mercadería hasta las casas y la escuela. Milagros usa sus caballos para las exposiciones, para Clemencia sirven para transportar la mercadería. Patrón Costas, la empresaria, es parte de la gerencia del Frigorífico Bermejo y cuestionó las medidas del gobierno nacional en materia de carnes sin embargo es diputada K, afín a Urtubey. Es propietaria de “La Floresta”, campo de 4.000 hectáreas en Rosario de la Frontera, mil de las cuales están afectadas a la cría 700 cabezas de ganado vacuno y tiene una cadena de carnicerías. Clemencia tiene algunos animales distribuidos en las cercanías del Parque Nacional Baritú, de yungas. Posee una modesta casa, no necesitan mediciones, cada uno sabe adonde empieza y donde termina su casa en Lipeo, sin alambrados. Una es diputada K y bloquea la ley de bosques, la otra se organiza “por la comunidad, por los otros integrantes” no solo por ella misma, dice, “no se por que se enojan por eso”, aludiendo a los funcionarios.


Milagros y Clemencia. Dos ejemplos de que el 8 de marzo no es “el día de la mujer”, es el día de la mujer trabajadora. Dos ejemplos de que el grito de “pan y rosas” sigue presente y late en cada mujer explotada. A Milagros hoy no la saludamos, no es su día. No es el reflejo de quienes padecen la explotación, no lucha por las mujeres trabajadoras sino que fortalece las cadenas de nuestros verdugos. En Clemencia repercute el cantar de lucha de quienes dejaron la vida por sus derechos. Se repite y multiplica por todas partes y así llega y la encuentra a ella y al Club de Madres, en ese paraje lejano al norte de salta llamado Lipeo. A Clemencia sí la saludamos en su día, le damos un fuerte abrazo y nos tomamos de su brazo curtido para seguir peleando.

jueves, 7 de marzo de 2013

Desmontes: contra los pueblos originarios y los trabajadores golondrinas




Por Natalia Morales y Joaquín Ramírez

“Los integrantes de la comunidad kolla El Arazay sufrimos atropellos y amenazas. La única manera de poder parar esto fue a través de la organización y de salir a la ruta”. Eloy, trabajador golondrina y referente de su comunidad, relata el enfrentamiento de los integrantes de pueblos originarios en el norte de Salta con la empresa maderera Argencampo S.A que busca apropiarse de sus territorios. “Empezamos a advertirles que ya no entren a nuestras tierras, que no saqueen nuestros recursos. Somos aborígenes y esta gente nos discriminaba”. Esta es la situación conflictiva de los territorios de los que provienen muchos trabajadores golondrinas del norte argentino.
La propiedad de la tierra es un problema histórico en la región. Sus pobladores vieron perjudicados sus sistemas productivos agrícolas - ganaderos y fueron obligados a abandonarlos a medida que se fue desarrollando el capitalismo en todo el noroeste a través de los enclaves azucareros. A comienzos del siglo XX estas tierras fueron arrendadas por Robustiano Patrón Costas, emblema de la oligarquía, que exigía a los pobladores el pago del alquiler de las tierras que habitaban y trabajaban. Así, el avance del capitalismo sobre estos campos significó una mayor proletarización de la población rural campesina. “Se van todos los jóvenes”, nos dice Maru, un joven que participó de los piquetes contra la empresa Argencampo. Los integrantes de los pueblos originarios son hoy obreros y obreras y han ido poblando, en los últimos años, las obras de construcción, los empleos domésticos, y el trabajo agrario en todo el país. Son sus hermanos de sangre, de etnia y de clase, quienes se ponen al frente de la resistencia al indiscriminado avance de la frontera agrícola - minera.
 
El kirchnerismo de represión, bala y topadora
 
El gobernador kirchnerista Urtubey, es responsable de que Salta sea una de las provincias con mayores hectáreas desmontadas en estos últimos 5 años, destinadas principalmente al monocultivo de la soja y a la extracción feroz del monte.  Aquí también reina el doble discurso K: la limitada Ley de Bosques Nativos no sólo no frenó los desmontes, sino que se convirtió en una fuente de corrupción y negociados entre las grandes empresas y sus socios políticos locales. Los títulos comunitarios no son entregados a los pueblos originarios más allá de la propaganda por cadena nacional. “El intendente de Los Toldos actuó en contra de nosotros, es familiar de Ramírez, un terrateniente local que se decía administrador de Argencampo. Le ponía dinero para que pueda sacar toda la madera. La policía actuaba a favor de la empresa. Son 20 los hermanos imputados”. El kirchnerismo lleva en sus listas a oligarcas como la diputada provincial Milagros Patrón Costas, presidenta de la Sociedad Rural salteña y bisnieta del mencionado Robustiano.
 
Una alianza a la altura del enemigo
 
La bronca se multiplica ante la persecución, represión y asesinatos de los Qom en la Formosa K, a los campesinos en Santiago del Estero y a los asambleistas contra la minería a cielo abierto. Los planes de extensión de las fronteras agrarias y el saqueo minero por parte del gobierno nacional y de los socios provinciales es un denominador común en el norte argentino. Para frenar este avance capitalista es fundamental responder con una alianza que esté a la altura. Es necesario avanzar en la lucha en común contra el poder político y las grandes empresas y esto no puede quedar en manos tan solo de las comunidades. Es necesario que pueblos originarios y campesinos se desprendan de sus dirigencias burocráticas y se planteen la independencia política del Estado y los partidos patronales, para empezar a soldar la unidad estratégica con la clase trabajadora de las ciudades y el campo en un pliego de reivindicaciones comunes que les permita vencer. Un partido de trabajadores que luche por la independencia de clase debe tomar esta lucha en sus manos y unirse a sus hermanos de clase que resisten en el norte y sufren la superexplotación en todo el país.  



viernes, 1 de marzo de 2013

Los Toldos y el norte salteño en imágenes. Segunda entrega

más fotografías en Enfoque Rojo  http://www.facebook.com/media/set/?set=a.475054015877414.106848.447915911924558&type=1

niños toldeños

reyes magos


hombre y su caballo

mujer hilando

Harminda horneando bollos

 alimentando a las aves