miércoles, 12 de junio de 2013

Trata, estafa y desaparición de personas



Entrevista a Sergio Heredia, abogado del caso Daniel Solano


“El encubrimiento de este crimen era para preservar a esta banda que venía haciendo trata de personas desde el año 2009 y haciendo una estafa millonaria a los aborígenes. Entonces lo matan a Solano y tratan de encubrirlo”. Así empieza su relato el abogado Sergio Heredia que toma el caso del joven Daniel Solano, trabajador rural golondrina, miembro de un pueblo originario guaraní, de Tartagal (Salta), desaparecido en la localidad de Choele Choel (Río Negro) en noviembre del 2011. “Esta banda que hacia trata de personas, para explotación laboral, estaba integrada por policías de Lamarque, como el comisario Aramendi, por funcionarios de la Secretaria de Trabajo de Rio Negro, como Cornejo y Constanzo  y por los propios miembros de la empresa”. Se refiere a la empresa Agrocosecha SA, que como tantas otras patronales del campo, superexplota trabajadores rurales llegando a la trata de personas con el aval y encubrimiento del poder político, judicial y de las fuerzas represivas del estado.

El circuito de la trata

La mayor parte de las pruebas aportada para la causa la hizo el equipo de abogados conformada por Heredia y Aparicio quienes investigaron la red de trata de estos trabajadores. Así Heredia nos comenta: “estos muchachos eran captados en Tartagal por Agrocosecha SA con la promesa de que iban a venir a Rio Negro a trabajar para la manzana, para la cosecha, que le iban a dar casa, buenos sueldos, etc. Ahí lo hacían firmar un contrato leonino, un contrato que no respeta las pautas mínimas de legislación laboral y los traían en colectivos como turistas por una empresa trucha llamada El Tucumanito, a Lamarque, Río Negro, para ser tercerizados, en la multinacional belga llamada Expofrut pero que en realidad es UNIVEG FRUIT ARGENTINA SA. Cuando estos obreros venían hasta aquí los ponían en gamelas de Expofrut o en un galpón de Agrocosecha, donde vivían en condiciones deplorables, custodiados por la policía, que era el famoso grupo Bora que está disuelto a partir del caso Solano. Estos chicos venían, se le daba 50 pesos de anticipo para que coman una semana y sacaban créditos en las despensas, los endeudaban con ropa. Entonces, cuando cobraban a fin de mes, iban los de la ropa  con la policía a cobrarles, los de la despensa y no le quedaban nada”. El circuito de trata de jóvenes del norte tiene como mejor anzuelo al hambre que vive casi la mitad de la población (un 40% en Salta) y como mejor carnada la promesa de trabajo en los campos ricos del sur. Una migración forzada constante en los últimos años, tal como señalamos en anteriormente (Ver LVO 510 y 511)

La hipótesis de los familiares y el abogado Heredia señala que la desaparición de Daniel tiene que ver con el descubrimiento de una estafa, una asociación ilícita, en la que están implicados empresarios, políticos, jueces y policías. Si bien hasta ahora hay siete policías detenidos y 22 imputados no se ha tocado a ningún civil. Heredia denuncia: “la empresa Agrocosecha con la plata que le mandaba Expofrut, le liquidaba menos a los obreros”. Se calcula que Agrocosecha estafó a los trabajadores en aproximadamente en 18 millones de pesos durante cuatro años.

La desaparición de obreros cómo método patronal-policial

El relato que hace Heredia de las causas de la desaparición es más que claro, “Solano era un chico instruido, culto, con secundario completo. Él empieza a ver esto. Unos días antes le ofrecen ser puntero. Puntero es el capataz de los grupos, el que los capta. El dice que no. El cobra 800 pesos. Cobra, compra zapatillas, compra un celular, se queda sin plata. El último día habla con su padre Guadalberto y le dice: ‘mirá papá, acá las cosas están raras, vamos a hacer una reunión, nos estamos reuniendo con los compañeros porque vamos a pedir un reintegro de lo que nos están sacando’, ahí se iba a descubrir la estafa porque tenían que cobrar una suma millonaria”. Daniel es detenido en el boliche “Macuba” que es el último lugar donde fue visto “… se organiza inmediatamente el operativo para sacarlo del boliche esa noche y matarlo. Por eso lo va a buscar un equipo parapolicial en el boliche. No es que lo van a sacar por borrachito y desapareció, sino que lo van a buscar 4 policías”.

Por el momento se incluyeron dos nuevos casos de desapariciones en la causa de Daniel, un trabajador paraguayo de quién no se sabe nada y un trabajador jujeño. Ambos casos estaban investigados por los responsables de la desaparición de Solano. Uno de los “investigadores” era el encargado de refaccionar la comisaría en el momento que desaparece Solano, Heredia sostiene que allí estaría el cuerpo de Daniel.

 El caso Solano es la punta del ovillo que permite mostrar la trama de la red de explotación agraria. Una red que deja a la luz las enormes ganancias del sector empresarial agrario que utiliza las cadenas más pesadas de esclavitud capitalista. Es el peso de los hechos lo que lo demuestra. En un próximo número de La Verdad Obrera volveremos sobre el caso para continuar denunciando a los responsables de la desaparición de Daniel y de la trata de los jóvenes trabajadores golondrinas.

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